Nuevo año, nuevas metas y nuevas instalaciones.
No cabe duda que Dios bendice y bendice abundantemente.
El trabajo ha aumentado y de igual forma, también el personal; por lo cual era necesario reubicarnos en cuestión de espacio y comodidad, lo que no imaginábamos era que encontraríamos el lugar perfecto, ¡justo lo que andábamos buscando!
Todo se fue acomodando a nuestro favor y en menos de un mes ya estábamos reunidos para la inauguración y bendición del nuevo lugar. Deseamos que este nuevo espacio nos permita seguir compartiendo el gozo y la alegría de Jesús y nos ayude a seguir trabajando en la construcción de su reino.